¿Te has hecho una analítica y tus niveles de vitamina D son bajos? No te asustes, es más normal de lo que crees.

Según las estadísticas, un 70% de la población occidental tiene niveles bajos de vitamina D. A continuación, te explicamos las principales causas y síntomas de deficiencia de vitamina D.

¿Cuáles son las principales causas de niveles bajos de Vitamina D?

La vitamina D se obtiene de la dieta y mediante la piel por radiación solar. En España, a pesar de ser un país con un gran número de horas de sol al año, existe una elevada prevalencia de déficit de esta vitamina.  

Estos niveles bajos de vitamina D en la población son debidos principalmente por la falta de exposición solar para evitar el calor, el uso de protectores solares y el bajo consumo de alimentos ricos en vitamina D (pescado azul, huevos y lácteos). Tener sobrepeso u obesidad, la piel oscura y vivir lejos del ecuador donde hay poco sol durante todo el año, son también, otros factores de riesgo a tener en cuenta para la deficiencia de vitamina D.

Alimentos ricos en Vitamina D

AJO: antibiótico natural que tiene propiedades antibacterianas y antivirales, su consumo sirve de escudo frente a las infecciones. Incrementa las defensas del organismo, mejora nuestra respuesta ante virus y bacterias.

OSTRAS: es un producto poco asequible, pero es que ningún otro alimento se acerca a las ostras con contenido de zinc. El zinc no puede faltar en tu dieta ya que es uno de los encargados de que tengas un sistema inmunológico fuerte.

SETAS: contienen betaglucanos que son las sustancias más potentes hasta ahora encontradas que estimulan el sistema inmune.

FRUTOS ROJOS: tienen un compuesto denominado antocianina con propiedades antioxidantes y protectoras. Son especialmente valiosos para el sistema de defensa del tracto respiratorio.

CÍTRICOS: el limón, las naranjas y los pomelos, contienen fuertes dosis de vitamina C, por lo que ayudan a reducir los síntomas de resfriado. Dado que el cuerpo no produce vitamina C, es importante ingerir alimentos que la contengan.

ALIMENTOS FERMENTADOS: reducen el riesgo de padecer gripes o refriados gracias a los probióticos que contienen, que ayudan a potenciar las defensas siendo grandes aliados frente a la prevención de gripes y catarros.

Jengibre: elimina la tos y alivia la garganta irritada. Asimismo, reduce el dolor, la fiebre y es un sedante ligero que relaja el cuerpo. Añadir un trocito de raíz a las infusiones nos va a ayudar, ya que está considerado un buen antibiótico y antiinflamatorio natural.

Echinacea: es un buen estimulante del sistema inmunológico. Está considerada como la vacuna antigripal natural. La echinacea se suele usar como preventivo durante unos 20 días antes de los cambios de estación, tanto en infusiones como en zumos.

Tomillo: tiene componentes muy interesantes. Destacan el timol, el carvacol y flavonoides, que le confieren propiedades medicinales (antibacteriano, hipotensivo, antivírico, expectorante, antiinflamatorio, antiséptico, carminativo).

También podemos optar por empezar a tomar un suplemento vitamínico que contribuya a fortalecer nuestras defensas. hohes C tiene la solución más sabrosas y nutritivas para fortalecer el sistema inmune.  La combinación de hohes C Super Shot Immune > y hohes C Nutribebida con Zinc >, nos aportan la dosis diaria recomendada de vitamina C, D y el Zinc que, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) contribuyen al buen funcionamiento del sistema inmunitario.

Vitamina D baja

Y, para terminar, no debemos olvidar que, si bien la alimentación es determinante para reforzar el sistema inmunológico, existen otros factores que afectan mucho a nuestro sistema inmune, como son el ejercicio físico, el bienestar emocional, y tomar el sol 15 minutos al día para la producción de Vitamina D. Todos estos factores son parte esencial para que nuestras defensas funcionen correctamente.

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